19/2/12

Paseando entre libros... ETDUHS

El Temor de un Hombre Sabio, Patrick Rothfuss

"Todo hombre sabio teme tres cosas: la tormenta en el mar, la noche sin luna y la ira de un hombre amable"

"Soy Edana Ruh hasta la médula. Lo que significa que mi sangre es roja. Significa que respiro aire puro y camino por donde me llevan los pies. No me arrastro ni me acobardo como un perro ante nadie por el hecho de que tenga un título. Eso lo interpretan como orgullo quienes se han pasado la vida lamiéndoles el culo a los demás"

"La etiqueta es un puñado de normas que la gente utiliza para poder ser grosera en público con los demás"

"La música existe para cuando nos fallan las palabras"

"He oído lo que los poetas escriben sobre las mujeres. Componen rimas y rapsodias y mienten. He visto a marineros en la orilla contemplando en silencio la lenta ondulación del mar. He visto a viejos soldados en el mar con el corazón de cuero que derramaban lágrimas al ver los colores de su rey ondeando al viento.
Creedme: esos hombres no saben nada del amor. Amamos lo que amamos. La razón no entra en juego. En muchos aspectos, el amor más insensato es el amor más verdadero. Cualquiera puede amar algo por algún motivo [...] Pero amar algo a pesar de algo es otra cosa. Conocer los defectos y amarlos también. Eso es inusual, puro y perfecto"

"Me fijé en que Fela giraba la cabeza y miraba a Simmon como si le sorprendiera verlo allí sentado.
O mejor dicho: fue como si hasta ese momento Simmon únicamente hubiera ocupado espacio alrededor de Fela, como un mueble. Pero esa vez, cuando ella lo miró, lo captó por entero. el cabello rubio rojizo, la línea de su mandíbula, la amplitud de los hombros bajo la camisa. Es vez, cuando lo miró, lo vio de verdad.
Dejadme decir una cosa. Todas las horas que pasamos buscando en el Archivo, todo el fastidio y el cansancio, valieron la pena sólo para presenciar aquel momento. Valió la pena sangre y temer a la muerte para verla enamorarse de Sim. Sólo un poco. Sólo el primer hálito débil de amor, tan leve que seguramente ni siquiera ella lo percibió. No fue espectacular, como el rayo seguido del estruendo de un trueno. Fue más bien como cuando golpeas pedernal contra acero y salta una chispa que se desvanece tan deprisa que casi no la ves. Pero sabes que está allí, donde no puedes verla, prendiendo"

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